Industria Portuaria

El desarrollo económico de Chile y su buena proyección futura, ha puesto de manifiesto la necesidad de ampliar la capacidad portuaria del país, como así también la necesidad de desarrollo de infraestructura específica para ciertas actividades económicas que se están desarrollando, como la industria acuícola y minera, entre otras. Con esta visión, enfocada al desarrollo eficiente de la economía chilena, se han desarrollado y llevado a cabo licitaciones públicas de concesiones portuarias, invitando al sector privado a invertir en el desarrollo de nueva infraestructura portuaria (Asociación Pública Privada).

Así, se continuó con la senda trazada tras el retorno a la democracia y agregó a las primeras licitaciones iniciadas en 1999, las licitaciones del Terminal Espigón de San Antonio, el Puerto de Coquimbo, el Puerto de Talcahuano y el Terminal 2 del Puerto de Valparaíso. En el mismo periodo se tiene ya en curso, la licitación del Terminal 1 o Molo de Empresa Portuaria Iquique, y el Frente N°1 de la Empresa Portuaria Antofagasta.

Con estas licitaciones se están generando aumentos de capacidad de carga por veintisiete millones de toneladas, incrementándose la capacidad de estos puertos en un sesenta y ocho por ciento y comprometiéndose inversiones privadas en ampliación de infraestructura portuaria por más de seiscientos millones de dólares.

Lo expuesto, con el fin de alcanzar lo que la Ley N° 19.542 que moderniza el sector portuario estatal busca, esto es, reducir el costo del eslabón portuario en la cadena logística de nuestro

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comercio exterior. Se ha tenido, además, logros en materia de hacer más eficiente la gestión de las empresas portuarias estatales y fortalecer el ámbito de acción de éstas, para que puedan cumplir de la manera más efectiva posible el rol para las que fueron creadas. Esto se ha logrado dotándolas de directorios altamente calificados y otorgándoles amplias atribuciones para su buen desempeño.

En materia portuaria, en el año 2013 se avanzó en la realización de licitaciones portuarias que implicarán inversiones privadas en expansión de infraestructura portuaria por más de cuatrocientos millones de dólares, lo que sumado a lo ya realizado en el período 2011 - 2012, totalizan más de mil millones de dólares de inversión privada en expansión de infraestructura portuaria en el país lo que nos permite enfrentar de buena forma los desafíos de mediano plazo en materia portuaria. Sin embargo debemos ir más allá y tener una visión futura de Chile en el largo plazo, por lo que el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones junto al Sistema de Empresas SEP están estudiando las alternativas de desarrollo de un puerto de gran escala en la Región de Valparaíso, puerto que será el encargado de satisfacer las grandes exigencias futuras de infraestructura portuaria de un Chile que está creciendo, que requiere disminuir los costos logísticos del comercio exterior chileno, mejorar nuestra competitividad y acercarnos a los mercados internacionales.

Como es sabido, el proceso de modernización considera la licitación a privados para que se hagan cargo de la operación integral de los terminales, incluyendo la atención de las

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naves, el mantenimiento y desarrollo de la infraestructura a través de inversiones que permitan asegurar altos niveles de eficiencia.

Las licitaciones adjudicadas, incorporan propuestas técnicas y proyectos referenciales de inversión muy atractivos, que permitirán asegurar una progresiva modernización de las operaciones portuarias a través de la instalación de equipos de alta tecnología, lo que sumado a la obligación contractual de cumplir estándares de calidad de servicio superiores a los existentes a la fecha de adjudicación de la concesión, permitirán materializar importantes inversiones en eficiencia operativa portuaria. Lo que resulta muy oportuno considerando la evolución tecnológica del transporte marítimo, donde - conforme a lo previsto - las naves han incrementado su capacidad (eslora, manga y calado), se ha generalizado el uso de los contenedores y se ha hecho más eficiente la cadena logística de transporte.

Lo relevante de la eficiencia del eslabón portuario, consiste en su contribución a abaratar otros eslabones de la cadena logística, permitiendo acercar a nuestro país al resto del mundo. Para sentar las bases de una gestión de excelencia, no basta con conocer las necesidades de los clientes. Debemos asegurarnos de contar con procesos y condiciones operativas que aseguren las condiciones óptimas requeridas por nuestros clientes en la plataforma de servicios Puerto.

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De las licitaciones, podemos destacar:

Terminal 1 Puerto Iquique: Con su licitación se espera lograr nueva inversión en infraestructura y equipos, para atender la creciente demanda por transferencia de carga que según concluyó un estudio recientemente contratado por la empresa, advierte de la necesidad de contar con ampliaciones de infraestructura al año 2017. La empresa ha realizado importantes inversiones para generar nuevas áreas de respaldo a través de terrenos y rellenos ganados al mar, pero se requiere desarrollar frentes de atraque capaces de atender el nuevo tipo de naves, por lo que si licitación este año es prioritaria.

Terminal 1 Puerto Antofagasta: Al igual que en Iquique, se espera lograr nueva inversión en infraestructura y equipos, para atender la creciente demanda de una región de dinámico crecimiento. Se ha decidido licitar en un esquema monooperador el Frente de Atraque N°1, que transfiere hoy un ínfimo 2,3% de la carga del Puerto, a pesar de ser uno de los activos portuarios más valiosos del país. A ello, se agrega el ese frente requiere de urgentes inversiones ante, (i) el riesgo de un evento sísmico catastrófico para las exportaciones de cobre de Chile desde la II Región, que representan más de un tercio del valor total de las exportaciones del país ; (ii) el enorme crecimiento de las exportaciones provenientes de los nuevos proyectos mineros, que duplicarán la necesidad de servicios portuarios en los próximos años; y, (iii) la congestión que ya presenta el terminal concesionado (Frente 2).

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Empresa Portuaria Chacabuco El proceso de licitación pública de una Concesión Portuaria, estaba destinado básicamente a la habilitación de un nuevo frente de atraque para naves menores y medianas en el sector sur del Recinto Portuario de la empresa. Con este proyecto, se perseguía dar mayores facilidades portuarias a los sectores productivos que utilizan este tipo de embarcaciones, principalmente referidos en este caso a la industria acuícola regional.

Resultó desierta debido a la situación del mercado acuícola de la región de Aysén, que presentó algunos rebrotes del virus ISA, pese a las normas implementadas y la quiebra de uno de los principales usuarios: PESCACHILE, producto de la quiebra de su matriz en España: PESCANOVA.

Empresa Portuaria Puerto Montt La licitación pública para la concesión portuaria -bajo un esquema monooperador- buscaba licitar el frente de atraque ya existente denominado “Muelle Comercial”, compuesto por los sitios 1 y 2, del actual puerto de Puerto Montt, y dos frentes de atraque proyectados en el sector de Punta Panitao, llamado “Terminal Panitao”, a ser construidos por el adjudicatario de la concesión, que pretende transformarse en el nuevo “Puerto Industrial” de la región. Lo que permitiría priorizar la zona terrestre de los Sitios 1 y 2 al movimiento de cruceros y mantener el Terminal de Transbordadores con su destinación actual.

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Los problemas que se pretenden (aún) solucionar con la puesta en marcha del proyecto Panitao, son los siguientes: (i) mejorar la capacidad de recepción de las naves, aumentando la competencia con otros puertos privados de la Región, e incluso con los puertos estatales de la VIII Región; (ii) ampliar la oferta de infraestructura portuaria, apta para recibir naves de mayor calado; (iii) disminuir los tiempos asociados a la transferencia de carga durante los períodos de lluvia continua en la zona; (iv) disminuir la congestión vial y el impacto urbano que genera la operación del actual terminal de Puerto Montt; y, (v) liberar terrenos del actual puerto para incorporarlos al desarrollo urbano.

Como es de conocimiento, la licitación en comento –pese a que se vendieron 11 bases- resultó desierta, producto del actuar coordinado de ciertos actores del mercado (que interpusieron acciones judiciales) y consecuentemente por la falta de proponentes. Entendemos que esa acción concertada envuelve un riesgo serio de conducta atentatoria a la libre competencia.